El Inter vuelve de Turín con una victoria 1-0 gracias al disparo desde el punto de penalti de Hakan Calhanoglu. Un momento de toda intensidad para la afición en la que el VAR tenía en ascuas a la afición del Inter y de la Juventus. Y por si no fuera poco, nos han dejado con los nervios a flor de piel por partida doble.
A un minuto de finalizar la primera parte, Alvaro Morata y Alex Sandro bloquearon a Denzel Dumfries dentro del área. El neerlandés cayó al suelo, aunque el árbitro no vio del todo claro que dicha caída fuera motivo de penalti. No obstante, el VAR vio claro el pisotón que recibió Dumfries, y concedió así el penal.
El turco lanzó el disparo a los 11 metros de la portería, y optó por mandarlo a la derecha, aunque Wojciech Szczesny estuvo atento y lo paró. No obstante, el balón salió rechazado y provocó una encrucijada entre los jugadores de la Juventus que les perjudicó con un gol en propia.
Irrati pitó entonces una falta de Calhanoglu sobre el central holandés de los bianconeri, anulando así el gol. El VAR volvió a intervenir y determinó que De Ligt había entrado en el área antes de que el dorsal 20 del Inter lanzara el penalti, por lo que era necesario repetirlo.
Por último, y tras unos cuantos minutos de espera, Calhanoglu repitió su oportunidad de marcar. Y esta vez, sin cometer error alguno, concediéndole así la victoria a su equipo.